sábado, 5 de octubre de 2019

El Palito. Origen. Historia. Música

©Luis Alberto Ferreira
En este trabajo de investigación, me referiré al posible origen y antecedentes históricos de una danza folklórica argentina y/o baile del Río de la Plata, llamado El Palito.
Son varios los autores que escribieron al respecto, y volcaron en varias páginas una parte de nuestra historia sudamericana y argentina.
Nos dejó Ventura Lynch, en su difundido libro publicado en 1883, sobre El Palito las siguientes afirmaciones: “[…] ya en su tiempo (haciendo referencia al gaucho unitario situándolo  originalmente en forma errónea en 1839 con la revolución del sur) se oye el marote, el palito, el prado y otros bailecitos […]” (1953:26)
“[…] Como baile picaresco tienen el palito. Se toca con el rasguido del gato y aún cuando consta lo mismo de cuatro frentes, sus posiciones son graciosísimas, maliciosas y algo obscenas. Su letra es incomparable:
El Palito
El amor en ocasiones
Al hombre más entendido
Le trastorna los sentidos
Y le pone en confusión.
El palito está rabiando
Dicen que quiere comer
Y le han dado por remedio
Entre…cejas de mujer.

Dejenmé el hacer mi gusto
Dice el palito perdido,
Que en los asuntos de amor
Se pierde el más entendido.
El palito está muy malo
Tiene un dolor en la frente
El médico que lo cura
Dice que palito miente.
Y así por el estilo.
En honor de la verdad, debemos decir que este baile sólo se suele usar en el seno de las reuniones de la más íntima confianza […]” (1953:42-43). Hasta allí lo escrito por Ventura Lynch.
Otro autor que escribió sobre el palito fue el Prof. Arturo Schianca, quien decía: “[…] Viejo baile del Río de la Plata, en el que volcaron sus autores todas las picardías dignas de la danza que ellos imitaron. Esta fue “La Japona”, baile español del siglo XVI, lleno de movimientos libres y voluptuosos; se le acompañaba con canto.
La forma actual de su desarrollo varía casi totalmente de la antigua […]” (1925:76) Schianca reitera el concepto de la intimidad de Lynch y relaciona el baile con que también se bebía en exceso. Por otra parte, menciona la intencionalidad que asevera Lynch, tienen las coplas recopiladas en el siglo XIX.
Por último, analizando la obra de Schianca, transcribo un párrafo muy interesante para conocer cómo se sentían las familias camperas de la provincia de Buenos Aires al oír el nombre del baile: “[…] no quieren ni oírlo nombrar, principalmente las mujeres ancianas, que aún sabiendo que este baile cambió totalmente su carácter, queda todavía el sugestivo nombre de la danza que les recuerda su vieja forma […]” (1925:76-77)
Sobre el palito también escribieron Haidée Pérez del Cerro y Raquel Nelli, asegurando que: “[…] Este baile es de origen pampeano, se denomina así porque se bailaba con un palito que los bailarines llevaban en sus manos, en la cintura o colocado en su pecho.
Regiones hubo en que el palito era colocado en el centro de la pista para que los danzarines demostraran su habilidad […] Con respecto a la fecha de su aparición no ha sido posible determinarla exactamente […] (pero) calculamos que se haya bailado en Buenos Aires ante de 1850. Fue danza muy practicada en Cuyo junto al gato y la chacarera, en La Rioja, parte de Salta y Litoral […] Esta danza nació en lugares poco sociables, de moral dudosa. La coreografía se acompañaba de cantos sugerentes […] esto se prueba en la segunda parte de la danza, en que dos mujeres rivalizan por conquistar el amor del varón. Esa es la forma picaresca que se ha mantenido […] Curt Sachs cita danzas bailadas en España, Norte de América, México y Europa donde participaban tres bailarines como en el palito; creemos que ésta debió originarse en alguno de los bailes españoles […](1953:136-137).
Por su parte Isabel Aretz nos deja la siguiente información, validada, como los demás autores nombrados hasta aquí por investigaciones bibliográficas, documentales y de campo: “[…] El palito es danza de pareja individual, o de dos mujeres con un hombre. Se menciona en el correr del siglo XIX, lo mismo en Buenos Aires que en el oeste y centro del país. A Santa Fe lo habría llevado el ejército del general Lavalle, ocasionando serias protestas por el equívoco de su nombre. […] durante mis viajes por el país hallé música y datos en Santiago del Estero, Tucumán, La Rioja, Catamarca, Córdoba y Buenos Aires.
En cuanto a la forma de composición, no existe un tipo único: he recogido esta danza con forma semejante a la del triunfo, o bien como la refalosa. Siempre con melodías particulares, de corte bastante europeo, en modo mayor […] La letra del palito cantado, consta de una o más cuartetas octosílabas, cortadas cada dos versos por un estribillo:
El palito se ha enfermado
Por un dolor en la nuca
Solo por eso
El médico que lo cura
Dice que no ha´i sanar nunca
Solo por eso.
El final suele ser tarareado.
La coreografía cambia en las distintas regiones. En La Rioja, lo bailaba una pareja sola, con vueltas de gato. En el Valle de Tafí observé una figura particular que correspondía a la música del estribillo. El hombre pegaba tres saltos que el bombo remarcaba. En Tucumán y Santiago del Estero existe una modalidad exclusiva de esta danza criolla: el hombre baila con dos damas que lleva de sus manos, una a cada lado.
También se baila de una pareja, incluía una coronita y llevaba pañuelo a trechos.
El tradicionalista Andrés Beltrame publicó una versión coreográfica en cuya primera parte baila una sola pareja, y en la segunda un hombre con dos mujeres. Además, dió una forma “de las provincias del litoral”, realizada por dos parejas […]” y agrega Isabel Aretz un dato sumamente interesante para los antecedentes precolombinos de esta danza: “[…] Según el padre Cobo, entre los bailes practicados por los nobles en Perú, había uno en el que intervenían solamente tres personas, un Inca en medio de dos Pallas, que son dos señoras nobles, a los lados; bailábanlo asidos de las manos, dando innumerables vueltas y lazos con los brazos, sin jamás desasirse, y apartándose y acercándose a un mismo lugar con buen compás […]” (1991: 228-230).
Juan de los Santos Amores menciona en su libro acerca del palito lo siguiente: “[…] El Instituto de Musicología, que conducía Carlos Vega, no publicó esta danza, pero figura en la amplia nómina de bailes populares argentinos. Para Félix Coluccio, esta danza data poco antes del año 1743, […] y debido a que se la consideró inmoral, fue prohibido en la ciudad capital del Virreynato, en el año 1743 […] En el año 1916 Andrés Chazarreta, da a conocer en su primer álbum musical, la partitura para piano […] Años después (Chazarreta) presenta el N° 1 de Coreografías descriptivas de las danzas nativas; en la misma incluye al palito […] diciendo que es un baile característico de Santiago del Estero, siendo su coreografía original […] la música de esta danza es única […] (continúa Santos Amores diciendo) El Brigadier general don Juan Manuel de Rosas, prohibió el Palito por deshonesto e indecente, durante su largo período de gobierno” (2004:240-243).
También esta prohibición se puede leer en el libro Vocabulario y Refranero Criollo de Tito Saubidet “[…] El palito se bailaba solamente en los ranchos del campo. Este lo mismo que el fandango fueron prohibidos en 1743 bajo la pena de excomunión mayor […]” (2013:229).
Con relación a otras danzas antiguas, las cuales se bailaban “de tres” en España, menciona Clotilde de Piorno (La Ñusta) “[…] Hay asimismo varias danzas españolas que presentan las mismas características (que El Palito) está El Zángano murciano; […] el Corri-Corri asturiano […]; El Pericote […] y las Dances Catalinas[…]”(1951:141-143).
Además de toda esta documentación, disponemos de otra muy interesante y singular; la cual proviene de una sesión de la Academia Argentina de Letras del 9 de abril de 1959 donde se consulta acerca de la danza el palito. En esta sesión se menciona textualmente en el acta correspondiente, lo siguiente:
“[…] si es exacto que el palito es una danza folklórica argentina que se conocía desde hace más de cincuenta años, cuya letra pertenece a la tradición popular de la que forma parte el estribillo “así nomás es” y que las versiones de Chazarreta (Andrés) y de la señora Otharán de Barceló corresponden a recopilaciones y armonizaciones distintas, y acordó responder en los siguientes términos:
El palito es un baile folklórico argentino. No se conoce con exactitud la fecha en que fue creado. Algún autor lo califica imprecisamente de “baile antiguo de nuestra campaña”. El musicólogo Carlos Vega lo vincula con el palillo, como tema de las coplas españolas, y con las coordinaciones teatrales que se llamaban boleras. Tanto Vega como Josué Wilkes, indican que el palito se bailaba antes de 1850. Se basan para ello en un sermón que, según Carlos Aldao, pronunció en el templo de la Merced, en la capital santafesina, el cura Nicasio Romero, y en el que éste, censurando las costumbres de los feligreses, les echó en cara: “Ahí han sacao un baile que le llaman el palito y cuando la muchacha muestra el pie, dicen: ¡qué pie divino! ¡ Qué bárbaros, digo yo, comparando lo divino con lo humano”. Wilkes supone que la plática del cura Romero es anterior al 16 de noviembre de 1840, día en que las tropas del general Lavalle se retiraron de Santa Fe rehuyendo el encuentro con las fuerzas mandadas por el general Oribe, de donde infiere que “la invención del palito debió ser de fecha cercana a tales acontecimientos” y que fue llevado a Santa Fe por los soldados de Lavalle. Alcestes de Badía, a quien cita Lázaro Flury, atestigua que, años antes, existío el palito en el noroeste argentino: “Por referencias de mis abuelos, que nacieron y vivieron en Catamarca, escribe Badía, tengo por cierto que el Palito se bailaba por 1838 en las casas catamarqueñas y riojanas”. Para Flury el palito nació en las quebradas norteñas pero, como lo ha establecido Carlos Vega, se bailó en toda la República.
[…] es probable que pertenezca al simbolismo erótico. Así lo insinúan la denominación que recibe y la circunstancia de que, en algunos lugares, los bailarines llevaban un palito en la mano, en la cintura o en el pecho, o lo colocaban en el centro de la pista para pisarlo.
[…] Roberto Payró pudo ver que era de uso corriente en Catamarca, a fines del siglo XIX: “Los músicos rompen á tocar, y á la zamacueca, al gato, siguen otras danzas criollas tanto ó más picarescas é incitantes, como el marote, el escondido con relación, la chacarera, el palito, la condición y el ecuador”. A orillas del río Salado lo recogió don Andrés Beltrame y su versión es tal vez la más popularizada entre los cultores actuales de los bailes nativos.
El palito suele llevar el estribillo “así no más es”. Sin embargo no se lo encuentra siempre ni exclusivamente. No lo trae el texto de Lynch” (1959:175-178).
Como se puede apreciar, la historia del palito está relacionada con varios períodos de nuestra historia patria; pero no está totalmente definida en sus antecedentes; mucho falta por saber e investigar, y por acordar. Lo cierto es que actualmente, a principios del siglo XXI, seguimos viendo e interpretando este baile o danza llamada el palito, pero ya como folklore histórico.

Bibliografía
-          Academia Argentina de Letras. Acuerdos. Buenos Aires. 1959
-          Aretz, Isabel. El Folklore musical Argentino. Ricordi. Buenos Aires. 1991
-          Beltrame, Andrés. Cuadernillos de danzas. Buenos Aires. 1900 a 1950
-          Berruti, Pedro. Manual de danzas nativas. Editorial Escolar. Buenos Aires. 1954
-          Busaniche, José Luis. Historia Argentina. Solar. Buenos Aires. 1984
-          Coluccio, Félix. Diccionario folklórico argentino. El Ateneo. Buenos Aires. 1950
-          Costa, Julio. Rosas y Lavalle. Rosso. Buenos Aires. 1926
-          Chazarreta, Andrés. Coreografía descriptiva de las danzas nativas. Pirovano, Buenos Aires. 1948
-          Flury, Lázaro. Danzas Folklóricas Argentinas. Ceibo. 1947
-          Furt, Jorge. Coreografía gauchesca. Coni. Buenos Aires. 1927
-          López Flores, Joaquín. Danzas Tradicionales Argentinas. Record. 1949
-          Payró, Roberto. En las tierras de Inti. Rodríguez Giles. Buenos Aires. 1909
-          Pérez Amuchástegui, A. Crónica Histórica Argentina. Varios tomos. Codex. Buenos Aires. 1983
-          Pérez del Cerro, Haidée y Nelli, Raquel. Compendio de danzas folklóricas argentinas. T. II Buenos Aires. 1953
-          Piorno, Clotilde de. Orígenes y significación de las danzas folklóricas argentinas. La Plata. 1951
-          Santos Amores, Juan de los. Didáctica de las Danzas Folklóricas Argentinas. IDAF. Buenos Aires. 2004
-          Saubidet, Tito. Vocabulario y refranero criollo. Letemendia. Buenos Aires. 2013
-          Wilkes, Josué. Indigenismo musical argentino (s/e)
-     Lynch, Ventura. La provincia de Buenos Aires hasta la definición de la cuestión capital de la     República Argentina. Lajouane. 1953
-          Vega, Carlos. El Palito en revista Caras y Caretas. Mayo de 1954.


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