Raúl Domínguez (1985) El Paraná y Las Islas. Vocabulario de la región insular del Litoral. Fundación Coignac. Capitán Bermúdez. Santa Fe. Argentina.
"... La personalidad multifacética del pintor Raúl Domínguez, nos hace ahora otra entrega que tiene que ver también, con la tierra que lo vio nacer y que ama: su litoral y su río Paraná. Quien ha llevado a América y a Europa su portentoso caudal pictórico para que quede en la retina de todos con absoluta fidelidad, hoy nos trae un mensaje diferente, compendio también, del afán de hacer aún más didáctica su obra. Este libro... diría yo que es una de las propuestas más amplias dirigidas a testimoniar un tiempo, un paisaje, una costumbre, un lenguaje que el hombre de esta parte del litoral expresa con propiedad regional para trasmitir sus ideas, sus anhelos, sus alegrías y sus frustraciones..."
Palabras del prólogo de Roberto Benabentos Gómez.
Entre los términos que tiene este vocabulario tan interesante, y rico en sentidos y significados, podemos extractar algunos:
ACORDEONA: acordeón, instrumento típico en casi todo el litoral que, por lo general, es acompañado de guitarra.
AGUAPÉ: término guaranítico con que se denomina el camalote en algunas partes de la región litoral.
ANGUYÁ: ratón silvestre.
AZOTARSE: largarse; azotar a los caballos, pero en las islas es el hecho de cruzar de una banda a la otra, ya sea el río, riacho o arroyo, casi siempre cuando el paisano cruza animales vacunos o yeguarizos.
BICHEAR: acción de salir a campear, detectar un lugar donde haya aves o cualquier animal para cazar, ya sea carpincho, nutria o asentadero de aves. Es signo de espiar, otear, observar con atención.
BOLICHE O BOLINCHO: pequeño almacén donde se expenden las mercaderías indispensables y donde además, se encuentra el despacho de bebidas.
BORREGO: cordero que deja la teta de la madre y empieza su alimentación solo.
Estos son algunos ejemplos de esta obra. Escrita con un discurso simple y llano, para ser entendido por un amplio sector de la población, pero con una riqueza folklórica y de la propia experiencia que le dan una importancia superlativa.
También encontramos términos que en la actualidad tienen vigencia en nuestra sociedad urbana, en algunos casos redefinidos, y en otros con la misma interpretación. Lo que demuestra las supervivencias de elementos folklóricos literarios en nuestras sociedades urbanas.
Hacia 1782, en Alemania, ya existía
una expresión similar a folklore: volkskunde, que Von Arnim y los
hermanos Jacob y Wilhelm Grimm utilizaron para definir sus trabajos de
recopilación y escritos de cuentos y canciones populares de su tierra, como por
ejemplo: Cuentos hogareños y de niños (Blancanieves, Caperucita Roja, La bella
durmiente y Hänsel y Gretel). El valor de
estas recopilaciones residió en mantener la originalidad y frescura en los
relatos. Dicho vocablo sigue vigente en los países de habla alemana. Los cuentos y relatos fueron publicados en 1812 y 1815.
Un nuevo aporte es la obra "Todos los cuentos de las hermanos Grimm". Sin omitir ninguno y sin censuras.
Tapa del libro (2018). Traducido por F. Payarols y editado por Editorial Antroposófica. 7ma. edición. Buenos Aires.
Los hermanos Jacob y Wilhelm Grimm
La aparición de los cuentos de los hermanos Grimm debe explicarse partiendo de dos hechos de la vida intelectual alemana: El Romanticismo y la Escuela Histórica. Los Grimm reconocieron que recopilando estas reliquias, hacían conocer y mantenían vivo el "espíritu nacional" y no dejaban que este patrimonio intangible desapareciera sin dejar rastros en lo profundo y oscuro del tiempo histórico. Eran los tiempos de reacción contra la invasión napoleónica y ante la desdicha de aquel presente alemán.
En
este trabajo, que se enmarca dentro del proyecto Histórico-Folklórico “Estudio
y divulgación de las Danzas Folklóricas Argentinas”, presentamosla danza La
Calandria. Lo hacemos desde una mirada integradora que comprende tres
variantes de análisis: La primera es desde el análisis histórico, la segunda un
análisis de dispersión espacial y la tercera es desde el análisis
folklórico.
Muy
pocas veces tuve oportunidad de escuchar y ver bailar esta danza folklórica
tradicional.Son escasos los documentos
que se conocen de ella, y aparece lamentablemente olvidada; se enseña en
academias, agrupaciones de danzas o cursos de la especialidad, y se baila en
algunos espectáculos folklóricos y actos de efemérides patrias. De estas
observaciones surgen las siguientes preguntas: ¿Por qué esta danza no se baila
ya en las comunidades rurales de origen y
dispersión? y ¿Por qué esta danza no se interpreta en los grandes escenarios
de espectáculos de raíz folklórica del país?...
Para
adelantar parcialmente la respuesta a la primera pregunta diremos que esta
danza cayó en desuso en la década de 1920, pasando a formar parte del folklore
histórico y no, del folklore tradicional, según una nueva denominación acuñada
por algunas corrientes contemporáneas de estudios folklóricos. Además, se puede
afirmar, al decir de Carlos Vega (1948:5), “…que las danzas cumplen ciclos
vitales en las comunidades que las adoptan con una funcionalidad determinada; y
la calandria habría cumplido el suyo en la década mencionada…”.
Asimismo,
para adelantar parcialmente la respuesta a la segunda pregunta diremos que es
allí cuando mi espíritu inquisitivo ubicado en los comienzos del siglo XXI,
inicia su pesquisa, su heurística, su búsqueda de respuestas, tratando de echar
luz sobre este presente falto de certezas en estas cuestiones criollas; veladas y no veladas, tanto por “lo moderno”, por el sistema de mercado
relacionado con la sociedad de consumo, los poderes financieros y económicos
transnacionales y nuestro incomprensible, en muchos casos, desamor por lo
propio, por lo auténtico, por nuestro folklore, por nuestras expresiones
vernáculas …
Entre
los más destacados estudiosos de las manifestaciones folklóricas argentinas
encontramos al ya mencionado musicólogo argentino Carlos Vega (1948:5)
quien nos dice al respecto de esta danza:
“Es ésta una de las
pocas danzas argentinas (criolla) de dispersión limitada… pero interesa que se
conozca porque documenta anhelos de creación local y porque consigue perfilar
su breve vida […] al lado de las famosas danzas centenarias que recorrieron
medio continente…”.
En este sentido sobre
la limitada o breve vitalidad de la danza, digo, que entre los autores
consultados no existe acuerdo con relación a la extensión de la misma,
principalmente en la época de su origen, ya que algunos la remontan a 1836,
otros a 1855. En lo que sí acuerdan es en que no se extendió más allá de las
dos primeras décadas del siglo XX.
A continuación ampliaré
sobreel origen de estas aseveraciones
relacionadas con La Calandria.
Siguiendo a Carlos
Vega (1948:6) quien realizó la investigación y recopilación más
difundida de la música,coplas y
coreografía de La Calandria (incompleta esta última en un primer momento, para
luego completarla en su gabinete), diremos que en uno de sus viajes de
investigación, en este caso a la provincia de San Luis; fue en la localidad de
Carpintería, al pie de las Sierras Grandes, en el departamento de Junín donde Vega
conoció a un anciano llamado Gregorio Romo (1840-1940), quien le
relató sus saberes con relación a la danza.
El anciano dijo: “…que
había oído y aprendido La Calandria en la parte Oriental del sur de Córdoba
entre los años 1855-1860…”, y también la había escuchado en Rosario, provincia
de Santa Fe.
Romo también recordaba
haberla ejecutado por última vez en Cortaderas, San Luis, en 1920. Esto no
implica, a mi entender, que fue la última vez que se interpretó la danza en
ámbitos folklóricos por aquella década.
Aclaro en este punto
del análisis, que en el trabajo de Vega se mencionan otros cuatro testimonios
sanluiseños sobreLa Calandria, los
cuales fueron tomados de la Colección de Folklore de 1921 (1). A saber:
Chilcas, Río Grande, Arroyo Vilchez y Las Chacras. Esto validaría la hipótesis
de la pervivencia de la danza más allá de 1920, por lo pronto en San Luis.
Otra pregunta que surge
de todo lo expuesto es: ¿Dónde tuvo su origen La Calandria? Ya que en la obra
de Carlos Vega no quedó establecido.
Hay autores de San Luis
que aseguran que su origen fue en la provincia cuyana; otro autor asegura que
fue en Córdoba, pero la validación de
este tema, con fuentes orales o escritas, no hallan acuerdo entre los
especialistas.
El área de dispersión,
o sea, Córdoba, San Luis y Santa Fe, mencionada por Romo, puede
ser una pista del origen, al igual que cualquier otro lugar donde se compruebe
que existieron los personajes y/o caudillos políticos que nombran las coplas
del anciano informante; principalmente en los estribillos de las mismas (don
Gregorio manifestó desconocer a las personas que se nombran), con las cuales sí
existe bastante acuerdo.
Otra posible
interpretación de los nombres y apellidos que aparecen en el estribillo de las
coplas puede ser que no pertenezcan a jefes políticos en sentido estricto.
Quizás se los mencionaba para destacar la presencia o cantar a la memoria de
paisanos de los pueblos en las fiestas, fogones o reuniones de la campaña.
En concreto no se puede validar o refutar
categóricamente cualquier hipótesis sobre el lugar de origen de la danza
recopilada por Carlos Vega en Carpintería. (Para más información comunicarse por correo electrónico luisferreira41@hotmail.com)
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Carlos Vega recopilador de La Calandria en Carpintería, provincia de San Luis de boca del Sr. Gregorio Romo.
Coreografía de la Calandria tomada en San Luis por la Sra. Ochoa de Masramón
Interpretación cantada de la danza
Si Ud. desea utilizar este contenido debe citarlo de la siguiente manera:
Ferreira, Luis A. (25/9/19). La Calandria: Orígenes. Historia. Dispersión geográfica. El fogón de Luis Ferreira Carmelé. Recuperado de: htpp//:elfogondeluisferreiracarmele.blogspot.com
Ventura Robustiano Lynch nació en BUenos Aires el 24 de mayo de 1850. Descendía de una familia angloargentina. Casado con Sara Clara Vega. Periodista, escritor, pintor. Murió el 14 de enero de 1888 según estudios de Vicente Cutolo.
Foto de la familia Lynch. Ventura Robustiano sería el niño que se ubica detrás de sus padres. Entre sus obras más importantes vemos libro y cuadro "El Baile del gato"
Ricardo Rojas (San Miguel de Tucumán, 16 de septiembre de 1882 – Buenos Aires, 29 de julio de 1957) fue un poeta, dramaturgo, orador, político e historiador argentino. Aunque tucumano por su lugar de nacimiento, por su linaje materno y por parte de su crianza en su niñez y juventud; por linaje paterno provenía de una de las familias más influyentes de la ciudad de Santiago del Estero, donde su padre fue gobernador de la provincia homónima.
Obras destacadas
Si Ud. desea utilizar este contenido debe citarlo de la siguiente manera:
Ferreira, Luis A. (24/9/19). Los precursores de nuestra Folclorística. El fogón de Luis Ferreira Carmelé. Recuperado de: htpp//:elfogondeluisferreiracarmele.blogspot.com